¿Por qué hago programas para mujeres?

Hace un tiempo, durante una entrevista, me preguntaron si existía una diferencia entre el liderazgo masculino y femenino. Con más de 15 años entonces dedicada al desarrollo directivo, me encontré sin una respuesta concreta. Así que admití mi desconocimiento: más allá de algunos rasgos tradicionalmente atribuidos al liderazgo femenino según la escasa literatura de la época, carecía de una evidencia basada en mi experiencia debido a que la representación femenina en los altos cargos era, y sigue siendo, limitada (según el informe de Deloitte Women in the Workplace 2023, es del 28% en alta dirección). Es decir, para contestar a esa pregunta yo debería haber tenido como clientas a muchas mujeres para formarme una opinión, sin embargo, mis clientes eran mayoritariamente hombres.

Ese momento fue un punto de inflexión para mí que me hizo darme cuenta de algunas cosas importantes:

• Que mi rol como coach / consultora en liderazgo estaba predominantemente enfocado en hombres, dado el desequilibrio de género en puestos de liderazgo.

• Que en consecuencia, en mi trabajo solo ayudaba a hombres y no estaba poniendo mi expertise al servicio de las mujeres.

Así que mientras continuaba (y continúo) mi labor en una consultora trabajando con líderes de compañías globales, decidí emprender una iniciativa paralela dedicada exclusivamente al coaching a mujeres para acompañarlas en el desarrollo de su liderazgo.